Puertomingalvo, Testigos de la Historia
Introducción
Enclavado en el corazón de la comarca de Gudar-Javalambre, se encuentra Puertomingalvo, un pueblo que ha sido testigo de la historia durante milenios y que ha sabido conservar su rico patrimonio histórico y cultural.
En este artículo, vamos a realizar un recorrido por los principales periodos históricos que han dejado huellas en este pueblo, basándonos en el libro "Notas sobre Puertomingalvo y su Patrimonio", del historiador Javier Solsona Benages.
Agradecemos aquí a Javier Solsona por su invaluable tiempo y meticulosas correcciones. Su experta mirada y sus precisas sugerencias han contribuido significativamente a la mejora y precisión del contenido.
El nombre de Puertomingalvo tiene un origen fascinante que se remonta a la época de la Reconquista. Según la tradición, el pueblo debe su nombre a un histórico personaje.
Este curioso nombre se compone de dos palabras: "Puerto" y "Mingalvo". "Puerto" hace referencia a la ubicación estratégica del pueblo en un paso natural entre montañas. "Mingalvo" es una derivación del nombre Ben Galvón, en honor al caballero musulmán que dejó su legado en la región.
Este emblemático personaje fue un aliado del Cid Campeador en la conquista de Valencia. Ben Galvón tenía su base militar en Molina de Aragón, desde donde participó en numerosas batallas. En su paso por el pueblo que hoy lleva su nombre, dejó su huella imborrable. Se dice que el caballero estableció una pequeña base en la zona, lo que contribuyó a la defensa del territorio y al desarrollo del pueblo.
El nombre de Ben Galvón no solo se conserva aquí, sino que también encontramos una ciudad llamada Benagalbon en la provincia de Málaga. Además, en la ciudad de Burgos hay una estatua dedicada a este ilustre caballero.
Pero nuestra historia comienza mucho antes...
Puertomingalvo es un pueblo que guarda en su corazón los secretos de milenios. Un lugar donde cada piedra, cada callejón y cada susurro narra historias de civilizaciones que se han sucedido, dejando huellas imborrables en su paisaje y en su alma.
Este pueblo es un auténtico museo al aire libre. Desde vestigios de dinosaurios y poblados iberos, hasta una antigua necropolis romana, cada paso por sus calles empedradas nos transporta a un nuevo capítulo de la historia. Su imponente castillo y la muralla árabe son testigos de batallas y conquistas, mientras que el ayuntamiento, con su elegante estilo gótico aragonés, y la iglesia barroca, nos hablan de la religiosidad y el fervor artístico de sus habitantes.
En 1982, Puertomingalvo fue declarado Bien de Interés Cultural, un reconocimiento a su invaluable patrimonio. Y en 2013, se unió a la selecta lista de Los Pueblos más Bonitos de España, un merecido homenaje a su belleza singular y su encanto irresistible.
Puertomingalvo no es solo un lugar, es una experiencia. Un viaje a través del tiempo, un encuentro con la esencia de Aragón, un refugio donde la historia se vuelve presente y la belleza se manifiesta en cada rincón.
Te invitamos a descubrir nuestra rica historia.
Prehistoria
Dinosaurios en Puertomingalvo
En Teruel, en lo profundo de la tierra, se esconden secretos que han cautivado a los exploradores durante siglos. Secretos que nos transporta a un mundo perdido, un mundo habitado por reptiles gigantes que gobernaron la Tierra durante millones de años.
Recientemente se ha publicado la investigación de un yacimiento con huellas de dinosaurios carnívoros en las cercanías de Puertomingalvo, más precisamente en Mosqueruela, en los aledaños del Mas de Pérez. Este increíble hallazgo de 2023 se ha presentado en las XXXVII Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología. Son huellas de magníficos ejemplares que dejaron su marca en estas tierras, y que vivieron hace 100 millones de años.
Teruel es una región rica en hallazgos de dinosaurios, además de ser la que más aportaciones ha hecho en toda España, con 10 dinosaurios desde que en 1987 Aragosaurus ischiaticus iniciara esta saga de colosos encontrados en la región, principalmente por el trabajo desarrollado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y por el Grupo Aragosaurus, de la Universidad de Zaragoza.
Estos nuevos hallazgos son un testimonio de la rica biodiversidad que habitó estas tierras en el pasado. Nos permiten imaginar cómo era la vida en un mundo dominado por los dinosaurios, un mundo que hoy solo podemos conocer a través de los fósiles.
Puertomingalvo, primeros hombres
En un paisaje de serranía, entre pinos, sabinas y encinas, se esconden tesoros.
Tesoros que han sido guardados durante siglos, tesoros que nos habla de un pasado remoto.
En la cabecera del Barranco de Gisbert, al noreste del Santuario de la Virgen de la Estrella, a pocos kilómetros del pueblo de Mosqueruela, se encuentra un conjunto de pinturas rupestres del tipo levantino, declaradas Patrimonio de la UNESCO, son un testimonio de vida de los seres humanos que habitaron esta tierra hace miles de años.
En ellas, podemos ver escenas de caza, hombres armados con arcos y flechas. Son las figuras de otros tiempos, representando la vida que llevaron nuestros predecesores. Estas pinturas son el legado de nuestros antepasados, que nos ayuda a entender nuestra historia.
Además del arte rupestre, puntas de flecha y cerámicas son muestras de la continua ocupación humana durante miles de años.
Desde tiempos inmemoriales, estas tierras han sido elegidas por el hombre para habitar y crecer. En este documental, vamos a viajar por este lugar mágico y descubrir sus secretos, conocer la historia de los hombres que lo habitaron y aprender sobre su arte y su cultura. Descubriremos un lugar que nos conecta con nuestro pasado y nos ayuda a entender quiénes somos.
Iberos
Introducción
En la costa mediterránea de la península ibérica, hace más de 2500 años, floreció un pueblo con una cultura única y fascinante. Los íberos, como los llamaron los griegos, eran un pueblo guerrero y agricultor que habitaban en aldeas fortificadas.
Su arte y arquitectura eran ricos en simbolismo y sus ceremonias religiosas eran coloridas y exuberantes. Los íberos también eran un pueblo orgulloso y su cultura tuvo una profunda influencia en la historia de la península ibérica.
Estas agrupaciones estaban fuertemente jerarquizadas en castas sociales. Además de guerreros y nobles, los Iberos daban gran importancia a la casta de sacerdotisas, en la que las mujeres, como se observa en los túmulos funerarios, eran el vínculo de la vida y la muerte, y que gozaban de gran prestigio.
Eran tiempos en que los artesanos eran muy apreciados, de ellos salían los ropajes, calzado, vasijas. Eran respetados sobre todo por crear las armas y armaduras.
Iberos en Puertomingalvo - Los Castillejos
En Puertomingalvo, rodeado de bosques y montañas, se encuentra un lugar mágico que nos transporta a otra época. Es el yacimiento ibérico de Los Castillejos, un testimonio de la presencia ibérica en la provincia de Teruel.
Los Castillejos es un complejo fortificado que data del siglo VI a.C, y que se encuentra a pocos metros de la Ermita de San Bernabé, a una altitud de 1.156 metros. El yacimiento está formado por una serie de torres que defendían el poblado, así como por otras construcciones, probablemente viviendas, talleres y almacenes.
El investigador J. Cabré a principios del siglo XX lo consideró como uno de los yacimientos ibéricos más importantes de la provincia, en esa época todavía se conservaban restos de cuatro torres, una de las cuales ha desaparecido en la actualidad.
Se han realizado dos investigaciones del emplazamiento ibero, una en 1965 y otra en 1985, y se ha encontrado una moneda de bronce de origen ibérica llamada Dabaniu, esta moneda en particular, de 10 gramos de peso, pertenecía a la serie del jinete. Estas monedas ibéricas con la iconografía de caballos son originarias de la zona del centro y noreste de la Península, área que los romanos llamaban Provincia Citerior.
Iberos en Puertomingalvo - La Piedra de los Sacrificios
Además de Los Castillejos, en las cercanías de este pueblo, se encuentra la que algunos aficionados o estudiosos han bautizado como Piedra de los Sacrificios. Un conjunto de piedras misteriosas que han cautivado la imaginación de los visitantes durante siglos. La leyenda cuenta que en esta piedra se realizaban sacrificios para apaciguar a los dioses. Sin embargo, la realidad es que no hay pruebas científicas que lo confirmen. Lo que sí es cierto es que este lugar fue de importancia para los antepasados.
La Piedra de los Sacrificios está formada por una serie de rocas talladas por el hombre, la función de estas piedras es un misterio que intriga a los investigadores. Hay muchas teorías, pero ninguna de ellas es aceptada de forma definitiva.
Hay quienes creen que la piedra se utilizaba para sacrificios. Esta teoría está basada en la leyenda popular y en hallazgos arqueológicos de otros yacimientos íberos que sí tenían una función sacrificial.
Sin embargo, otras teorías sugieren que las piedras se utilizaban para otros fines, como prensa de aceite, trampa para pájaros o incluso para realizar ceremonias religiosas.
En última instancia, la función de la Piedra de los Sacrificios es un misterio que probablemente nunca se resolverá. Sin embargo, este lugar seguirá siendo un símbolo de la historia y de la antigüedad.
La Piedra de los Sacrificios es un lugar fascinante que nos ofrece una ventana al pasado. Es un lugar que nos permite imaginar cómo era la vida de los íberos y comprender su cultura.
Romanos
Introducción
En este documental, descubriremos la historia de una ciudad perdida. Un viaje a un mundo antiguo lleno de misterio y aventura. Hace más de 2.000 años, Puertomingalvo era una próspera población romana, un importante centro comercial y militar que controlaba el paso del río Mijares.
Para los antiguos romanos, este poblado se encontraba cerca de dos importantes puertos del imperio: Saguntum, hoy conocido como Sagunto. Y el puerto de Detorsa, en la actualidad llamado Tortosa. Estas rutas marítimas del mediterraneo eran esenciales para el comercio de la época, y Puertomingalvo era un importante paso para las mercancías que viajaban entre las distintas ciudades.
Romanos en Puertomingalvo - Estelas funerarias
La presencia de los romanos en Puertomingalvo puede verse en restos arqueológicos, como caminos empedrados, esenciales para los comerciantes y viajeros, su construcción requirió de una gran inversión de tiempo y recursos. Pero los hallazgos que más destacan, son de una antigua necrópolis donde se encontraron estelas funerarias. Las imágenes y los símbolos que aparecen en ellas nos dan información sobre la vida y la cultura de los romanos que habitaron esta región.
Una de estas estelas, llamada la Estela de Sulpicia, es un testimonio de la vida y la muerte de una joven mujer que nació en la antigua ciudad de Edeba, se cree que es donde hoy se encuentra Iglesuela del Cid, pero su historia quedó inmortalizada en la necrópolis de Puertomingalvo.
La estela original se encuentra en el Museo de Teruel, pero gracias al ingenio de nuestro Maestro Cantero, Gregorio Gil Chiva, en el pueblo disponemos de una reproducción fiel de esta pieza. Es una estela de piedra arenisca de gran belleza donde se puede apreciar una inscripción que nos revela el nombre, la edad y el origen de la difunta.
Si traducimos las inscripciones del latin, obtendremos el texto: "Aquí yace Sulpicia, hija de Sexto, de la Ciudad de Edeba, fallecida a los 23 años de edad".
Esta simple inscripción cuenta una historia apasionante. Sulpicia era una joven mujer, su nombre era de origen íbero y era hija de Sexto, un importante hombre de Edeba, una ciudad próspera y cosmopolita donde convivían diferentes culturas. Desafortunadamente falleció a los 23 años, una temprana edad para la época.
Esta es la historia de una mujer de élite, que tuvo la oportunidad de disfrutar de una vida privilegiada, una mujer que vivió en un mundo que ya no existe. Pero su historia seguirá viva en esta piedra que nos habla de un pasado remoto y fascinante. Es una obra de arte que nos emociona y nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte. Es un recordatorio de que todos somos mortales, y que debemos vivir cada día al máximo.
Musulmanes
Introducción
A partir del siglo VIII, numerosos grupos musulmanes llegaron y se instalaron en estas tierras.
Los bereberes fueron un pueblo nómada de origen africano que ocupó gran parte de la península ibérica. Tras su conquista, Puertomingalvo se convirtió en un importante enclave musulmán. Esta tribu construyó aquí una muralla para proteger el pueblo de los ataques. Esta muralla, que aún se conserva en parte, habría tenido más de quinientos metros de longitud. También construyeron un castillo, que se convirtió en la sede del poder político y militar de la zona, siendo una imponente fortaleza, con muros de piedra maciza y torres.
Los bereberes vivieron en Puertomingalvo durante siglos, dejando su huella en el pueblo. Su cultura y su arte se pueden apreciar aún hoy en día en las edificaciones. En lo alto de la rocosa montaña, construyeron el imponente Castillo de Puertomingalvo, que ha sido testigo de la historia. Desde allí, en tiempos cristianos, se dividieron los reinos de Aragón y Valencia, y se dice que, en tiempos de guerra, sus muros fueron el último refugio de los habitantes de este pueblo.
Castillo
Aunque no se sabe la fecha exacta de fundación del castillo, los primeros documentos que lo mencionan datan del siglo XII. Sin embargo, todo apunta a que en el siglo X, este pueblo ya estaba habitado y amurallado para protegerse del ejército aragonés.
La Torre del Homenaje, situada en la esquina más alta, es una torre pentagonal de tres pisos y es el corazón del castillo. Dentro de la muralla había un aljibe, un granero y una sala común con cocina. La Torre de control o Torre Maestra, desde donde se puede observar todo el territorio circundante cumple la función de acceso al recinto.
Este castillo fue testigo de episodios importantes de la historia de Aragón, escenario de sangrientos combates entre ejércitos y supo proteger a su pueblo.
Tras la Reconquista, el castillo se convirtió en una importante fortaleza fronteriza. Aunque con el paso de los siglos, fue perdiendo su función militar y fue abandonado. Sin embargo, su belleza y su valor histórico lo han convertido en un destino turístico popular.
El castillo de Puertomingalvo es más que un simple edificio histórico. Es el alma de este pueblo, el símbolo de su pasado y su presente. Sus muros guardan siglos de historia, y sus piedras han visto pasar a reyes, guerreros y campesinos. Este edificio ha vivido momentos de gloria y de decadencia. Ha sido testigo de batallas y asedios, pero siempre ha permanecido en pie, desafiando el paso del tiempo.
Nuestro castillo es un patrimonio de todos los aragoneses. Es un lugar que debemos preservar para las generaciones futuras, para que puedan conocer su historia y su importancia.
Abengalbón
En este tiempo de guerras y conquistas, un hombre se erigió como un puente entre dos mundos. Su nombre era Abengalbón, y su historia es la de un líder que se atrevió a soñar con un mundo mejor.
Abengalbón era un hombre inteligente y hábil en la guerra. Gobernó entre 1110 y 1139 en la Taifa de Molina, hoy conocida como Molina de Aragón, Guadalajara.
Este caudillo musulman que vivió en el siglo XII, fue un personaje histórico que se menciona en el famoso Cantar de mio Cid, donde se le describe como un amigo y aliado del Cid Campeador, siendo de gran ayuda para la conquista de Valencia.
Una vez finalizada la conquista de Valencia, Abengalbón dejó a la esposa del Cid, Jimena y sus hijos en la ciudad. En su camino de regreso a su Taifa de Molina, pasó por este puerto de montaña, y se cree que fue entonces cuando nuestro héroe impuso su nombre a este pueblo y que desde entonces se lleva de nombre: El Puerto de Abengalbón, aunque dicho nombre sufrirá cambios con el paso de los siglos hasta obtener su forma actual.
Este mítico personaje fue un caudillo importante que dejó un gran legado. Además de su amistad con el Cid Campeador, también fue un defensor de la convivencia entre cristianos y musulmanes. El pueblo de Puertomingalvo es un testimonio de su legado, el nombre del pueblo es un recordatorio de su paso por esta región.
En 1120, Abengalbón participó en la batalla de Cutanda, un enfrentamiento entre Alfonso I el Batallador y el ejército musulman por el control de la meseta central. Abengalbón combatió del lado de las taifas, pero la batalla fue un desastre para los musulmanes. Alfonso I de Aragón salió victorioso y conquistó la mayor parte de la meseta.
Tras la derrota de Cutanda, Abengalbón se vio obligado a abandonar su Taifa. Sus hijos se establecieron en Andalucía y llegaron a ser reyezuelos de Ronda y Jerez.
Además de Puertomingalvo, Abengalbón también dejó huella en otros lugares. En el Rincón de la Victoria, en la provincia de Málaga, se encuentra un pueblo llamado Benagalvón, otra variante de su nombre.
Abengalbón también tiene una estatua en su homenaje, que se encuentra en El Puente de San Pablo, sobre el río Arlanzón, en Burgos. Esta estatua es un recordatorio de su papel en la historia de España.
La figura de Abengalbón es un ejemplo de convivencia y tolerancia que sigue siendo relevante hoy en día. Este personaje ha dejado una huella imborrable en la historia, su nombre es un símbolo de la convivencia entre dos culturas que, durante siglos, han coexistido en la península ibérica.
Los Tres Reinos
Introducción
Tras un largo periodo de ocupación musulmana, Puertomingalvo entre otros pueblos de Teruel fueron conquistados por el ejército de Alfonso II de Aragón.
Esta historia de conquistas y cambios de manos puede parecer confusa, pero refleja la compleja realidad política de la época. En el siglo XII, los Reinos cristianos estaban en plena expansión y estaban conquistando territorios de los musulmanes. Sin embargo, la Corona de Aragón no estaba en condiciones de gobernar directamente todos estos territorios, por lo que los entregaba a órdenes religiosas o nobles.
Los Tres Reinos
La historia de Puertomingalvo es un canto a la historia, a la lucha y a la perseverancia. Es una historia que nos recuerda que, a pesar de las dificultades, siempre hay esperanza.
Durante el periodo conocido como la Reconquista, una época de grandes cambios y desafíos para la Corona de Aragón, este pueblo, situado en la frontera con el reino de Valencia, era una zona estratégica que necesitaba ser fortificada y poblada.
Siendo que Puertomingalvo era un punto clave, pasó por un periodo muy confuso, en el que perteneció a tres reinos en menos de un siglo.
Puertomingalvo, Aragón
Se cree que en 1169, el territorio en el que está ubicado Puertomingalvo fue tomado por el ejército de Alfonso II de Aragón. Sin embargo, en lugar de ser incorporado directamente a la Corona de Aragón, fue entregado a los templarios, una orden militar y religiosa que estaba en auge en la época. Los templarios gobernaron Puertomingalvo durante 33 años, hasta que en 1202 fue entregado al obispado de Zaragoza, que lo mantuvo durante casi 700 años.
Puertomingalvo, Navarra
A pocos años de la entrega de estas tierras al obispado de Zaragoza, Sancho VII de Navarra, más conocido como Sancho el Fuerte, apoyándose en garantías de préstamos adquirió Puertomingalvo entre otros varios pueblos colindantes.
Puertomingalvo, Aragón
Sin embargo, la dependencia de Puertomingalvo del reino de Navarra, concluiría prontamente al ser recuperada por el Obispo y Guerrero Sancho de Ahones, quien fuera obispo de Zaragoza entre los años 1216 y 1236. Siendo sucesor de Ramón de Castrocol y gracias al apoyo de la corona de Aragón recuperó los pueblos y sus castillos.
Puertomingalvo, Valencia
Sorprendentemente en los Fueros de Valencia de 1261, ratificados por Jaime I, se crean mapas del Reino de Valencia que incluyen esta franja turolense que ya había sido conquistada por sus predecesores Pedro II y Alfonso II.
Estos fueros causaron varios conflictos entre el Concejo de Teruel y el Reino de Valencia dado que los criterios a la hora de trazar las fronteras eran sumamente diferentes.
Puertomingalvo, Aragón
El Concejo de Teruel se apresuró a reclamar lo que consideraba una usurpación territorial, iniciando rápidamente un proceso de repoblación entre los años 1262 y 1269
El otoño de 1261 el obispo zaragozano Arnaldo de Peralta y su cabildo respondieron a los Fueros de Valencia, brindando a Puertomingalvo su carta de población.
Logrando de manera definitiva garantizar la pertenencia de estos poblados al territorio aragonés.
Puertomingalvo, el Escudo
Como sello del comienzo de esta nueva era, se crea el emblemático Escudo de Puertomingalvo, el cual se conserva hasta la actualidad y que representa el largo periodo de dependencia señorial de la mitra zaragozana: Báculo y cruz episcopal y mano con anillo en actitud de bendecir, asi como tambien la bandera del Reino de Aragón y el León perteneciente a la bandera del Reino de Castilla.
Esta historia de pasiones y luchas es la que ha forjado el carácter de Puertomingalvo, un pueblo que ha sabido resistir los cambios de la historia y que hoy en día sigue siendo un lugar de gran belleza y encanto.
Era Cristiana, Parte 1
Introducción
A finales del siglo XII, la era cristiana se consolida en Puertomingalvo. La población, que ya contaba con un importante núcleo musulmán, se convierte en cristiana. Esta transformación cultural y religiosa se refleja en la construcción de numerosos edificios para fines religiosos y benéficos.
En los siglos siguientes, se construyeron iglesias, conventos y hospitales en Puertomingalvo. Estos edificios, que se conservan hasta el día de hoy, son un testimonio de la riqueza cultural e histórica de este pueblo.
Ayuntamiento
En el corazón de Puertomingalvo, se alza un edificio imponente y majestuoso: el Ayuntamiento. Construido en el siglo XIV, es uno de los mejores ejemplos del gótico civil aragonés. Sus muros de piedra de sillería, sus ventanas geminadas y su particular diseño lo convierten en un edificio de gran belleza. En su interior, el edificio albergaba originalmente el centro administrativo del pueblo, prisión con sus mazmorras y una sala que era utilizada para celebrar juicios, plenos, subastas y ventas de productos, como ocurre en las actuales lonjas.
Hoy en día, el Ayuntamiento de Puertomingalvo sigue siendo el centro administrativo del pueblo. Las mazmorras se han convertido en el Centro de Interpretación de Castillos del Maestrazgo, y la Sala de la Villa es hoy un sitio dedicado al arte y la cultura.
Este edificio es un testimonio vivo de la historia y prestigio de Puertomingalvo. Es un símbolo de la prosperidad y la importancia de este pueblo en el pasado, y un lugar que sigue siendo importante para la comunidad hoy en día.
Santa Barbara
En las afueras de Puertomingalvo, se alza una pequeña ermita gótica del siglo XIV que en su pasado guardaba un tesoro de incalculable valor: el retablo de Santa Bárbara, obra del maestro Gonzal Peris.
La ermita, de una sola nave y planta rectangular, se encuentra en un lugar privilegiado, con vistas al Mediterráneo. Su interior es sencillo y austero, pero su retablo es una obra maestra de la imaginería gótica. El retablo, de madera policromada, representa la vida y milagros de Santa Bárbara, una mártir cristiana del siglo III. Está compuesto por escenas con figuras de gran realismo y expresividad.
En el siglo XIX, el retablo fue vendido, y se encuentra hoy en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona. En la iglesia se expone una copia fiel del original, que permite a los visitantes disfrutar de esta obra de arte sin salir de la localidad.
San Bernabe
En lo alto de una colina, a unos 7 kilómetros de Puertomingalvo, se encuentra la Ermita de San Bernabé. Este antiguo edificio, construido en el siglo XVI, fue durante siglos un lugar de culto y oración para los habitantes del pueblo. Sin embargo, su historia es aún más rica y fascinante.
En los años en que la educación era un privilegio para pocos, la ermita también funcionó como escuela rural. Niños y niñas de las masías de los alrededores acudían a ella para aprender las primeras letras. El maestro, a menudo un cura, impartía sus clases en una pequeña aula situada en el interior de la ermita.
Hoy en día, sigue siendo un lugar de gran importancia para los vecinos. Es el lugar donde se celebra la romería en honor a San Bernabé, el patrón del pueblo. Cada año, a principios de junio, los vecinos se reúnen para llevar a cabo una procesión, llevando consigo la imagen del santo y los estandartes de la localidad, a lo largo del recorrido, los vecinos cantan y comparten historias. Al llegar a la ermita, se celebra una misa en honor al patrono. Tras la misa, todos se reúnen para disfrutar de la comida y la fiesta.
La romería es una tradición de fe y cultura, es un día en el que los vecinos de Puertomingalvo se reúnen para celebrar su identidad y su comunidad.
Torre Pintada
En esta época, no solo se construyeron iglesias y monasterios, sino también fortificaciones. Una de estas edificaciones es la Masia Fortificada, también llamada Torre Pintada. Se encuentra en las cercanías de la Ermita de San Bernabé y es un claro ejemplo del poderío de Puertomingalvo en la época. Cuenta con una torre con muros de gran espesor, está construida en piedra y sus muros se aferran a la ladera de la montaña, como si fueran una parte de la misma.
Esta torre era una muestra de la riqueza y el prestigio del pueblo. Pero esta Masía no solo es un símbolo de poder, también es un símbolo de belleza y de nuestra rica historia.
Hospitales
En Puertomingalvo se conservan dos hospitales históricos que nos hablan de la generosidad y la solidaridad de sus habitantes.
El primero de ellos, el Hospital de Pobres, fue fundado en 1424 por el matrimonio de Domingo Martín y Juana Vidal, quienes al no tener hijos, decidieron dedicar su herencia a ayudar a los más necesitados. El hospital se ubicaba en las cercanías del Portal Alto, y ofrecía alojamiento, comida y cuidados médicos a los pobres, enfermos y peregrinos.
Seis años más tarde, en 1430, se crearía el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, conocido también como Hospicio Poma. Don Pedro Poma y su esposa Doña Margarita Nadal, al morir sin hijos varones, decidieron donar una elevada parte de sus riquezas para la instauración y mantenimiento del hospital. El Hospicio Poma se convirtió en un centro de atención social y sanitaria muy importante para la región. Albergaba a enfermos, ancianos y niños huérfanos. También ofrecía servicios de enfermería, farmacia y cocina.
Ambos hospitales desempeñaron un papel fundamental en la historia de Puertomingalvo. Fueron una muestra de la bondad de sus habitantes y de su compromiso con los más vulnerables.
El Hospicio Poma funciona actualmente como la Escuela de Puertomingalvo, y también alberga el Centro de Jubilados. Y El Hospital de Pobres, funciona hoy como Albergue del pueblo y también cuenta con la Biblioteca de la Asociación Cultural Ben Galvon.
Los dos hospitales de Puertomingalvo son un testimonio y un ejemplo de cómo la caridad puede transformar las comunidades y hacer del mundo un lugar mejor.
Convento
En el corazón del pueblo, destaca la fachada del antiguo convento de clausura de las Josefinas. Un edificio de piedra con mucho estilo, que llama la atención por su belleza y su historia. El establecimiento religioso fue fundado en 1676 por un grupo de monjas que buscaban un lugar tranquilo para vivir su vocación religiosa. La fachada es el elemento más destacado, se trata de una construcción de dos plantas, con una portada central de arco de medio punto. Sobre la portada se encuentra una ventana con un curioso dintel, cuyo simbolismo es tema de numerosos debates.
El convento contaba además con su propia capilla, que era utilizada por las monjas para sus oraciones y celebraciones religiosas. En la entrada a la antigua capilla aún se conserva el reloj solar, uno de los más antiguos y mejor conservados de Puertomingalvo.
Horno Moruno
El Horno Moruno es una construcción imponente, que llama la atención de todos los visitantes. Su gran tamaño y su forma circular lo convierten en un lugar único.
Este horno, con sus 6 metros de diámetro es uno de los más grandes de Aragón. Pero, ¿Por qué es tan grande? ¿Para qué se construyó? No hay documentos que hagan referencia a este horno, por lo que su origen es un misterio. Algunos arqueólogos creen que podría ser del siglo XIV, pero otros piensan que es más antiguo. La teoría más extendida es que el Horno Moruno fue construido para cocinar el pan para un ejército. No olvidemos que en siglos anteriores, Puertomingalvo era una importante ciudad amurallada de estrategia militar, por lo que no es descabellado pensar que un ejército necesitara un horno tan grande para alimentarse.
Sea como sea, el Horno Moruno es un lugar lleno de misterio e historia. Una construcción que nos transporta a otra época y que nos hace imaginar cómo era la vida en el pasado.
Primera Iglesia
Como era de esperar, para dar comienzo a la era cristiana se creó la primera Iglesia de Puertomingalvo, fue un templo en homenaje a Santa María, construido en el siglo XIV, sobre los restos de un antiguo edificio de origen musulman, La Iglesia de Santa María, aunque poco documentada, probablemente fue una pequeña capilla gótica, de planta rectangular y techo de madera.
En el siglo XVIII fue ampliada para dar forma a la iglesia de la actualidad, se añadieron naves laterales y un nuevo techo de bóveda de cañón. También se decoró el interior, con frescos y esculturas de estilo barroco tardío.
La iglesia de Puertomingalvo es un edificio de gran valor histórico y artístico. Sus muros albergan los vestigios de diferentes épocas.
Era Cristiana, Parte 2
Decadencia del Castillo
Durante siglos, el castillo de Puertomingalvo fue un bastión inexpugnable. Su estratégica ubicación, en la frontera entre los reinos de Aragón y Valencia, lo convirtió en un objetivo clave para las batallas y asedios.
Pero los siglos de paz entre los antiguos reinos de la península habían dejado sin sentido la existencia de castillos como el de nuestro pueblo. De repente, ya no eran necesarios para defender los territorios de los ataques enemigos. Por eso, fueron abandonados y olvidados.
En el año 1532, un grupo de funcionarios del obispado de Zaragoza visitó el castillo para actualizar el inventario de posesiones del obispo. En el documento que redactaron, se describe el estado de deterioro del edificio. Se describe cómo los techos se encuentran en mal estado, la torre del homenaje está derruida y las estancias interiores están casi vacías.
Visita al castillo de Puertomingalvo en 1532, Archivo de Protocolos Notariales de Zaragoza, Salvador de Abizanda. Traducido por Manuel Vazquez
El Castillo, en su acceso al patio, tiene una puerta de madera buena.
A la izquierda del patio se encuentra un granero en buen estado, dentro del cual se hallaron cuatro ballestas. Debajo del granero se encuentra un establo sin puerta y con sus pesebres caídos.
A la derecha del patio hay una bodega con chimenea, dentro de la cual hay un cubo cuadrado para hacer el vino, y que tiene una medida de cien cargas. También hay cuatro cubas que sobresalen, una de las cuales está dañada y tiene cabida para aproximadamente dos mil litros de vino, otra es de unos mil quinientos litros y las dos cubas restantes son de mil doscientos litros más o menos. Hay también un cubo redondo y de madera en mal estado. También se ha encontrado en la bodega, un torno para armar las ballestas.
Hay en el patio un aljibe caído, y a mano derecha hay una cocina sin chimenea, el techo se está cayendo. Sobre la bodega, subiendo por la escalera de piedra, hay una sala con chimenea, los suelos están podridos.
La torre maestra por la cual se accede al castillo tiene muros caídos y en el patio se han encontrado dos escopetas tipo arcabuz sin sus servidores.
Hay también una puerta falsa que sale al paso de ronda exterior.
Al frente del Castillo se encuentra la torre del homenaje, el suelo y la cubierta se encuentran en buen estado, esta torre se utiliza como granero en el cual se encontraron cinco servidores de hierro para las escopetas y dos escudos viejos. Subiendo por la escalera de piedra de dicha torre, se encuentra otro granero, tiene las dos ventanas buenas, pero tiene una madera quebrada, la cubierta podrida y se llueve.
El Castillo Olvidado
El Castillo comenzó a caer en decadencia. El documento de 1532 es un testimonio de este declive. Muestra un lugar que ya no es habitable, un lugar que había sido olvidado por el tiempo. Con el paso de los años, el Castillo se convirtió en un cementerio, las personas que vivían en la región comenzaron a enterrar a sus muertos dentro de los muros.
Edad Moderna
Introducción
Puertomingalvo, el pequeño pueblo que en el siglo XVIII vivió su época de mayor esplendor. Y la razón de este auge fue mayormente debido a la producción y exportación de lana. Las tierras fértiles de la zona eran ideales para el pastoreo, y las ovejas producían una lana de gran calidad.
Las poderosas familias de la zona, que poseían grandes extensiones de tierra, controlaban la producción de la lana. Los pastores, encargados de cuidar las ovejas, eran una parte fundamental de esta cadena de producción. La lana se exportaba a través de Tortosa, un importante puerto comercial. Desde allí, la lana llegaba a Italia, Países Bajos y otros países europeos. Este comercio internacional trajo grandes riquezas, la población aumentó y se construyeron nuevos edificios. Se experimentó un gran desarrollo económico y cultural.
El esplendor de este periodo dejó un legado que perdura hasta nuestros días. El pueblo conserva su belleza medieval, y sus calles y edificios recuerdan la época de la lana.
Iglesia de la Purificación y San Blas
En el siglo XVIII, Puertomingalvo era un pueblo próspero y vibrante. Su población había crecido hasta superar los mil habitantes, y su economía se basaba en la agricultura, la ganadería y el comercio.
La construcción de La iglesia de la Purificación y San Blas fue un hito importante en la historia de este pueblo. Es un símbolo de la prosperidad y la religiosidad de sus habitantes, y un ejemplo de la arquitectura aragonesa de la época. Pero es sobre todo, un símbolo de la grandeza de Puertomingalvo.
En este contexto de prosperidad, se decidió construir una nueva iglesia que reflejara la riqueza y la fe del pueblo. Esta obra fue un esfuerzo titánico para los habitantes, pero su fe y su devoción les impulsaron a llevarla a cabo.
La construcción de la iglesia de la Purificación y San Blas fue un proyecto ambicioso que requirió la colaboración de toda la comunidad. Los vecinos aportaron su trabajo, este imponente edificio, de más de 50 metros de largo y unos 1600 metros cuadrados de superficie, es un símbolo de fe y esperanza para los habitantes de Puertomingalvo.
Las obras de esta construcción comenzaron en 1721 y finalizaron en 1739. Es un edificio de estilo barroco tardío, con una estructura de tipo salón que era muy común en la arquitectura aragonesa de la época. El campanario, la última parte en construirse, tiene una altura considerable y está coronado con una cúpula hecha en piedra de sillería. Esta gran iglesia era una demostración del poderío del obispado de Zaragoza, así como una defensa de sus ideales religiosos ante la llegada del pensamiento ilustrado.
El interior de la iglesia está decorado con finas pinturas del estilo neoclásico. La cúpula central es quizás la pieza más destacada y mejor conservada, se trata de una estructura circular que representa el cielo, en su centro se encuentra Jesús con su mano levantada, como impartiendo la palabra. Mateo, Marcos, Lucas y Juan están representados en las cuatro columnas que rodean la cúpula y que parecen conectar el Cielo y la Tierra.
Así, desde abajo podemos ver como en las pinturas, la Palabra de Dios desciende de Jesús a los cuatro evangelistas, quienes son los encargados de transmitirla al hombre.
Antiguamente, la iglesia poseía un retablo gótico del siglo XV, que representaba Los Gozos de la Virgen. Este retablo fue creado por encargo de la familia Poma-Nadal, quienes lo solicitaron al maestro valenciano Gonçal Peris. En la Guerra Civil, para proteger el retablo, el cura párroco decidió venderlo y actualmente se encuentra en el Museo de Arte Nelson-Atkins de Kansas, Estados Unidos.
Lamentablemente, la iglesia sufrió muchos daños durante la Guerra Civil. El retablo del altar y el órgano fueron destruidos, y los otros retablos vendidos. No fue hasta la década de 1950 cuando se pudo restaurar la iglesia creando un nuevo retablo para el altar y logrando estar nuevamente en condiciones para las celebraciones religiosas.
Hoy en día, la Iglesia de la Purificación y San Blas es un lugar de oración y de encuentro para los habitantes de Puertomingalvo. Sus paredes, repletas de historia y belleza, siguen siendo un símbolo de fe y esperanza.
El edificio en sí mismo es una obra de arte que inspira a quienes la visitan. Su belleza y su historia evocan lo mejor de la fuerza del espíritu humano. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay motivos para seguir adelante.
Es una demostración de la riqueza cultural y artística de este pequeño pueblo, que ha sabido conservar su patrimonio a lo largo de los siglos.
Maestrazgo
A principios del siglo XIX, España se vio sacudida por una serie de guerras civiles que se prolongaron durante décadas. Estas guerras, conocidas como las guerras carlistas, enfrentaron a los partidarios del rey legítimo, Carlos María Isidro de Borbón, contra los partidarios de Isabel II, la hija de Fernando VII. Como consecuencia de estas guerras, el ejército de los carlistas se instaló en el Maestrazgo, una enorme comarca que abarcaba partes de las actuales provincias de Teruel, Castellón y Tarragona.
El Maestrazgo era una tierra de fuertes tradiciones y valores, y sus habitantes eran en su mayoría partidarios de la monarquía tradicional. Su territorio era extenso y montañoso, lo que lo hacía un lugar ideal para la guerra. En su interior, se encontraban pueblos y ciudades amurallados, como Puertomingalvo, un pueblo pequeño, pero de importancia estratégica. Su castillo y sus torres lo convirtieron en un lugar inexpugnable, donde los carlistas resistieron durante años los ataques del ejército liberal.
En la actualidad, Puertomingalvo pertenece a la comarca Gúdar Javalambre, y también forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo. Este parque, creado en 2005, protege el patrimonio cultural y natural de la zona.
El Maestrazgo es un lugar único, lleno de historia y tradición. Su gente, de fuerte carácter y arraigadas costumbres sigue conservando el espíritu de lucha y resistencia de sus antepasados.
Actualidad
Introducción
A principios del siglo XIX, España se vio sacudida por una serie de guerras civiles que se prolongaron durante décadas. Estas guerras, conocidas como las guerras carlistas, enfrentaron a los partidarios del rey legítimo, Carlos María Isidro de Borbón, contra los partidarios de Isabel II, la hija de Fernando VII. Como consecuencia de estas guerras, el ejército de los carlistas creó el Maestrazgo, una enorme comarca que abarcaba partes de las actuales provincias de Teruel, Castellón y Tarragona.
El Maestrazgo era una tierra de fuertes tradiciones y valores, y sus habitantes eran en su mayoría partidarios de la monarquía tradicional. Su territorio era extenso y montañoso, lo que lo hacía un lugar ideal para la guerra. En su interior, se encontraban pueblos y ciudades amurallados, como Puertomingalvo, un pueblo pequeño, pero de importancia estratégica. Su castillo y sus torres lo convirtieron en un lugar inexpugnable, donde los carlistas resistieron durante años los ataques del ejército liberal.
En la actualidad, Puertomingalvo pertenece a la comarca Gúdar Javalambre, y también forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo. Este parque, creado en 2005, protege el patrimonio cultural y natural de la zona.
El Maestrazgo es un lugar único, lleno de historia y tradición. Su gente, de fuerte carácter y arraigadas costumbres sigue conservando el espíritu de lucha y resistencia de sus antepasados.
El Resurgir de Puertomingalvo
En lo alto de una colina, el antiguo castillo se alza orgulloso. Sus muros de piedra, testigos de muchos siglos de historia, han resistido el paso del tiempo. Pero el castillo no siempre fue así. En la década de los 80, estaba en ruinas. Sus muros estaban derruidos, sus torres desmoronadas, y su interior era un campo de escombros. El paso de los años y las guerras lo habían dejado en un estado deplorable.
Pero entonces, un grupo de personas se propuso devolverle el esplendor al castillo. Comenzaron a reconstruirlo, ladrillo a ladrillo, piedra a piedra. Fue un trabajo duro y laborioso, que duró muchos años. Pero el esfuerzo valió la pena.
Hoy en día, el castillo es un atractivo turístico. Miles de personas lo visitan cada año para admirar su belleza y conocer su historia. En su interior, hay un museo que exhibe la historia etnográfica de la región. El castillo es un símbolo de esperanza y renacimiento. Es un ejemplo de cómo, con trabajo y dedicación, incluso lo que parece perdido puede volver a la vida.
Actualidad
En la actualidad Puertomingalvo es un pueblo con mucho encanto, que ha sabido conservar su rico patrimonio histórico y cultural. Sus calles estrechas y llenas de magia, sus casas de piedra, sus torres y murallas medievales, le confieren un aire de postal.
En 1982, Puertomingalvo fue declarado Bien de Interés Cultural y se restauró el castillo. En 2013 se incorporó a la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España.
Edificios
Puertomingalvo es un lugar donde la historia está viva, un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde la magia está en el aire. Sus calles estrechas están flanqueadas por edificios históricos, el castillo que domina la localidad es un símbolo de su patrimonio y su cultura. Paseando por sus calles es posible sentir que la historia se respira en cada rincón. Los edificios, construidos en piedra, son testigos de la rica historia del pueblo.
Pero lo que hace de Puertomingalvo un lugar tan especial son sus vistas. Desde lo alto del pueblo, se puede contemplar un paisaje impresionante, con montañas, bosques y valles.
Es un lugar para perderse, para dejarse llevar por la magia de sus calles y por la belleza de su entorno natural. Los amantes de la historia y la cultura podrán disfrutar de sus monumentos, La Torre del Homenaje, la iglesia de la Purificación y San Blas, Las antiguas mazmorras o el horno Moruno solo por mencionar algunos de los innumerables edificios históricos.
Senderos
El senderismo es una actividad apasionante que nos permite conectar con la naturaleza. Caminar por senderos rodeados de montañas, bosques y ríos es una experiencia única que nos llena de energía y bienestar.
En Puertomingalvo, el senderismo es una forma de vida, los habitantes del pueblo conocen como nadie los caminos de la zona y están encantados de compartir sus conocimientos con los visitantes. En estos montes podemos encontrar una gran variedad de flora y fauna, desde bosques de pinos y sabinas hasta enormes encinas.
En este pueblo hay senderos para todos los niveles, desde los más sencillos para familias hasta los más exigentes para deportistas experimentados.
Uno de los senderos más populares es el que lleva a la Cascada del Arquero, ubicada a unos 6 kilómetros del pueblo, es un espectáculo natural que no te dejará indiferente. También está el sendero que conduce al Alto del Pellejero, es una ruta de alta montaña que ofrece unas vistas impresionantes de la comarca.
Puertomingalvo es un lugar ideal para desconectar del mundo y conectarse con la naturaleza. Sus senderos ofrecen la oportunidad de disfrutar de la belleza del paisaje, respirar aire puro y hacer ejercicio al aire libre.
Setas
Cuando llega el otoño, Puertomingalvo se transforma en un paraíso para los amantes de la micología. El clima templado y las abundantes lluvias de esta época del año crean las condiciones perfectas para el crecimiento de una gran diversidad de setas.
Robellones, boletus, trufas, amanitas y más de 30 variedades de setas se pueden encontrar en los bosques de Puertomingalvo. Una auténtica explosión de colores y sabores que atrae a micólogos de todo el mundo.
Salir a buscar setas en esta región es una experiencia única, es una oportunidad para disfrutar de la naturaleza, aprender sobre el monte y, por supuesto, degustar los deliciosos platos que se pueden preparar con estas setas.
Nieve
En invierno el frío se apodera de Puertomingalvo. Las calles están cubiertas de nieve y el aire es puro y cristalino. En este pequeño pueblo, el invierno es una época de magia y encanto. Las montañas se cubren de un manto blanco y los montes se convierten en un escenario perfecto para disfrutar del espectáculo.
Familias y niños pasan horas jugando en la nieve, construyendo muñecos, montando en trineo y deslizándose por las pendientes. Los amantes de los deportes de nieve eligen Puertomingalvo, un destino ideal ubicado a 25 kilómetros de las pistas de esquí de Valdelinares, el pueblo más alto de España.
Astronomía
Cualquier persona que quiera disfrutar de la belleza del cielo nocturno puede hacerlo en este pueblo, su ubicación, lejos de las ciudades y la contaminación lumínica, lo convierte en un lugar ideal para observar las estrellas. Simplemente hay que alejarse de la luz artificial y mirar hacia arriba. Por la noche, el cielo de Puertomingalvo se convierte en un espectáculo incomparable. Las estrellas brillan con intensidad, y es posible ver la Vía Láctea, las constelaciones y los planetas con gran claridad.
Observar las estrellas en este pueblo es una experiencia inolvidable, es un momento para conectar con la naturaleza y con el universo. Es un momento para sentirse pequeño e insignificante, pero también parte de algo mucho más grande.
Desde los alrededores se puede disfrutar de un espectáculo celestial sin igual. El silencio de la noche, solo roto por el canto de los grillos, invita a la contemplación y a la reflexión.
Fiestas
Con el calor de agosto, Puertomingalvo se transforma en un poblado alegre y lleno de vida. Es en este mes cuando se celebran numerosas fiestas y también la famosa Feria Solidaria de Antaño, durante varias semanas, el pueblo está lleno de música, baile, tradición y gastronomía. Diferentes actos, como conciertos, desfiles y concursos se apoderan del pueblo.
Aquí se vive la fiesta con intensidad, sus habitantes se vuelcan en la celebración y hacen que todos los visitantes se sientan como en casa. Es un momento para disfrutar de todo lo que esta pequeña localidad aragonesa tiene para ofrecer.
Gastronomía
La gastronomía de Puertomingalvo es una experiencia sensorial. Los sabores, los aromas y los colores nos transportan a un mundo de placer y disfrute. Si visitas este pequeño pueblo, no te olvides de probar su deliciosa cocina. ¡No te arrepentirás!
La cocina de Puertomingalvo es una fusión de sabores tradicionales y modernos, que se basa en los productos de la tierra. El jamón, el cordero y el queso de cabra son solo algunos de los protagonistas de sus platos más emblemáticos.
Aquí es tierra de jamones, esta región de clima seco y pastos son ideales para la cría del cerdo y el secado óptimo de los jamones. Todo lo que aquí se produce, es de una calidad excepcional. El jamón de Teruel es muy famoso, y es uno de los más apreciados de España, se caracteriza por su sabor intenso y su aroma ahumado. Se suele servir en lonchas finas, acompañado de pan, tomate y aceite de oliva.
El cordero también es un ingrediente fundamental en la cocina del pueblo. Se puede preparar de muchas maneras, pero la más tradicional es a la brasa. El sabor del cordero asado es un auténtico placer para el paladar.